martes, 26 de octubre de 2010

El Círculo Ahumada pide a la nueva Ministra de Asuntos Exteriores que demuestre de una vez firmeza con Gibraltar para evitar males mayores con la Guardia Civil

El Círculo Ahumada alerta que los ánimos están muy caldeados por el aumento de la agresividad de la policía gibraltareña contra la Guardia Civil. Las muestras de debilidad ante los empujes e imposiciones constantes están conduciendo a una política de hechos consumados por parte gibraltareña, que pone en graves aprietos a la Guardia Civil en el ejercicio de sus funciones. Pide que la nueva Ministra de Asuntos Exteriores demuestre firmeza en la defensa de nuestras aguas en la Bahía de Algeciras, antes de que ocurra una desgracia.

Madrid. 21.10.2010. La tensión que está creando el ejecutivo gibraltareño con la Guardia Civil es insostenible desde el punto de vista del Círculo Ahumada. Tanto, que tienen el temor a que uno de esos enfrentamientos entre la policía gibraltareña y los miembros del Instituto Armado conlleve una desgracia. Desde el Círculo Ahumada señalan que “tenemos información muy exacta sobre las constantes vejaciones, encontronazos y amenazas de la policía gibraltareña a la Guardia Civil, y la postura de cesión permanente de nuestra diplomacia ha agudizado el problema al comprobar los gibraltareños que con su posición de fuerza consiguen todo lo que quieren”.

Esta tensa situación ha llevado a que desde el Círculo Ahumada alerten que la escalada gibraltareña pueda irse en cualquier momento de las manos y tengamos que lamentar males mayores. Antes que eso ocurra piden a la nueva Ministra de Asuntos Exteriores, Trinidad Jiménez que tome cartas en el asunto con todo el peso de nuestra diplomacia para zanjar de una vez la polémica y demostrar a Londres que las aguas son españolas y la Guardia Civil tiene el derecho y la obligación de patrullar por ellas y vigilarlas.

Ánimos muy caldeados.
Desde esta asociación recuerdan que los gibraltareños no solo han interceptado y retenido a guardias civiles, sino que les insultan, amenazan, apuntan con sus armas e incluso han llegado a desembarcar en San Roque en una persecución, y en esas situaciones un simple accidente en un momento de tensión puede llevar a una tragedia, que hasta ahora no se ha producido por el carácter militar, la prudencia, la altísima profesionalidad y disciplina que demuestran diariamente los hombres y mujeres de la Guardia Civil de la Bahía de Algeciras. 

“Si tenemos en cuenta que la agresividad de la policía gibraltareña va en aumento, que disponen de más y mejores medios, y que cada vez vienen con más exigencias e intromisiones, entenderemos todos porqué los ánimos están cada vez más caldeados” señalan desde el Círculo Ahumada.

Un pulso constante en periodo electoral en el que la Guardia Civil está sola e indefensa.
A un mes de las elecciones en el peñón, Peter Caruana mantiene un pulso con el ejecutivo español a cuenta de las tres millas náuticas que rodean el Peñón de Gibraltar. Esas aguas son legalmente españolas, ya que el tratado de Utrech así lo dejó marcado y la verja no tiene la consideración de frontera internacional, sin olvidar que el Reino Unido ha desoído las dos resoluciones de las Naciones Unidas que le obligan a descolonizar Gibraltar. Por esa razón la Guardia Civil tiene la obligación de velar por la vigilancia y defensa de los territorios y aguas españolas, y esta situación está poniendo en graves aprietos a los miembros de la benemérita para combatir el tráfico de drogas y la entrada ilegal de personas que tiene encomendadas.

El Círculo Ahumada, recuerda que la retirada de las boyas científicas, o la amenaza de mandar a la marina británica contra la Guardia Civil son posiciones de fuerza de británicos, frente a lo que nuestro Ejecutivo ha respondido siempre con medias palabras que dejan en la más absoluta soledad e indefensión a los hombres y mujeres de la Guardia Civil que cumplen con las órdenes que les han encomendado. Ante esta situación desde el Círculo Ahumada consideran que una de las primeras acciones del nuevo Ejecutivo debe ser zanjar un problema que ha creado artificialmente la administración gibraltareña, y con ello dar soporte y ayuda a la Guardia Civil que presta un magnífico e imprescindible servicio a la ciudadanía y contra el tráfico de estupefacientes en la Bahía de Algeciras.