Lo increíble del asunto es que el director de la película ha sido apoyado por dos asociaciones de guardias civiles.

Última actualización 29/05/2012@16:36:22 GMT+1
La película “Ni pies, ni cabeza” en la que se presenta a los guardias civiles como corruptos, consumiendo cocaína, borrachos asesinando a otros compañeros o extorsionando a jueces, ha levantado un fuerte rechazo entre los miembros de la Guardia Civil. La cinta, está basada en un libro escrito por un ex guardia civil expulsado del cuerpo, y ex dirigente de AUGC y altamente ofensiva para el Instituto Armado. 
La película “Ni pies, ni cabeza” ha generado un profundo enfado en la Guardia Civil, donde no se comprende la inacción por parte de la Dirección General, y especialmente de la Oficina encargada de las relaciones con los medios de comunicación. El enfado subió hasta extremos mayúsculos durante la presentación de la película, donde dirigentes de la Unión de Oficiales y de la Asociación Unificada de la Guardia Civil expresaron su agradecimiento al director, señalándo que la película era mucho más respetuosa con el cuerpo que el libro en el que está basada. Una actitud que para otras asociaciones como la más antigua, el Círculo Ahumada, “sólo puede comprenderse en la mentalidad de gente que aunque visten de guardias civiles no se comportan como tales, y sólo buscan desprestigiar el cuerpo para logar su desmilitarización y así conseguir sus fines cainitas”, señala su Presidente Nacional Antonio Mancera. No sólo es el Círculo Ahumada quien ha protestado, sino que los comentarios despectivos hacia la película inundan las redes sociales y los foros. Lo cierto es que la película está basada en el libro escrito por un Juan Carlos Córdoba, ex Guardia Civil, expulsado del Cuerpo, que fue secretario general en Madrid de AUGC. En su momento el libro fue calificado por las diferentes asociaciones como altamente ofensivo y absolutamente carente de respeto hacia la Guardia Civil. Un material que no parecía que pudiera dar como resultado, sino una película que fuera en la misma línea insultante y tendeciosa del libro.
Guardias civiles inútiles, borrachos, consumiendo cocaína y extorsionando a jueces.
En contra de lo expresado por los dos dirigentes de la Unión de Oficiales y la Asociación Unificada de la Guardia Civil, la película es bastante fiel al libro: presenta a una patrulla de seguridad ciudadana totalmente incompetente, durmiendo en el vehículo oficial, bebiendo alcohol estando de Servicio, cometiendo todo tipo de despropósitos profesionales. También presenta a un brigada comandante de puesto absolutamente impresentable, maleducado con sus subordinados, también bebiendo de Servicio, cuyo hijo es un narcotraficante convicto. En el cuadro escénico también aparece un teniente del grupo 5 de “Servicios Especiales” que consume cocaína en su despacho, corrupto, que amenaza a un juez con publicar fotografías privadas de éste, que planifica asesinatos de otros Guardias Civiles pertenecientes a asociaciones.Y para terminar el pastel, la película se culmina con la actuación del General Yanes (que según el propio autor del libro, el nombre procede de los generales Llaneras y Blanes, los peores generales que ha conocido en la Guardia Civil) como el director de toda la trama de corrupción y planificación de asesinatos.                                 
Un argumento en el que unos guardias civiles matan a otros, con todo tipo de corrupciones de por medio
El argumento muy resumido de la película es que aparece en el monte un cadáver de un líder de una asociación de guardias civiles, el general Yanes busca a un oficinista sin experiencia para que investigue el asunto, el cabo Elías, ya que no quiere que se resuelva. El teniente Checa del grupo 5 de Servicios Especiales se dedica a poner trabas a la investigación del cabo Elías, utilizando para ello a sus subordinados, los cuales también se dedican a tratar de asesinar a otro conocido miembro de una asociación. Finalmente se destapa una trama de corrupción en la que están implicados los Mandos de la Guardia Civil referidos.
Con este cuadro en el que se presenta a la Guardia Civil en las antípodas del servicio abnegado y callado que presta y por la que la sociedad le tiene valorada como una de sus mejores instituciones, resulta comprensible el enfado en la Benemérita, e incomprensible al mismo tiempo que desde la Direccion General se mantenga absoluto silencio en torno a ella, y que desde dos asociaciones como la Unión de Oficiales y AUGC se apoye la promoción que les presenta a ellos mismos, como lo explicado en este artículo.