Comunicado de APROGC (Asociación Pro Guardia Civil)

Última actualización 09/10/2012@03:01:48 GMT+1
Sobre los individuos y sindicatos que se dedicaron a intentar sabotear el acto central de la Patrona.
Ayer se celebró en la explanada de la Basílica de El Pilar de Zaragoza el acto central de la Festividad de la Patrona de la Guardia Civil, donde también se hizo entrega a la Guardia Civil de Aragón de una bandera nacional. Fue un acto solemne, elegante, entrañable y lleno de simbolismo donde se rindió homenaje a la Guardia Civil, a los guardias civiles, y al hermanamiento que une al Cuerpo con su Patrona la Virgen del Pilar, algo que está más allá de sentimientos religiosos que, además de individuales, deben de ser siempre respetados.
La Asociación Pro Guardia Civil (APROGC) estuvo presente en el acto de manera nutrida aunque anónima, como la ocasión requería. Días atrás nuestra Asociación ya había advertido de que había quien intentaría reventar este acto y se había pedido algo tan sencillo y tan importante como el respeto a lo que allí se celebraba. Pero desgraciadamente se vivió un espectáculo grotesco y zafio, propio de individuos carentes de cualquier escrúpulo a la hora de mostrar sus señas de identidad como sindicalistas que igual algún día trabajaron en defender la libertad de los ciudadanos. 
Fueron unos cuarenta individuos los que se dedicaron a sabotear los actos que se estaban celebrando, la mayoría pertenecientes a sindicatos policiales que pagamos doblemente todos los españoles y también los guardias civiles, primero para que nos protejan en su teórico trabajo policial (cosa que no hacen), y segundo a través de las subvenciones a sus sindicatos (que estas sí les damos expresamente para que nos insulten...)
Tratar de reventar un acto solemne, posiblemente el más solemne para la Guardia Civil (honrar a su Patrona, a sus héroes y a sus fallecidos) con la excusa de los recortes económicos que sufren guardias civiles y policías es una falta de respeto institucional imperdonable. Si encima, como han hecho hoy, llegan a pitar el himno nacional o la imposición de condecoraciones a heroicos profesionales de la Guardia Civil, quienes eso hacen están más cerca del sabotaje callejero que de la defensa de los derechos y libertades de los  ciudadanos.
Es curioso, y revelador de sus verdaderas y ocultas intenciones, que esos mismos sindicatos policiales no movilizaran a más de una docena de sindicalistas ruidosos en la protesta del acto central del de la Policía en Madrid días atrás. Entre ese grupo se ocultaban algunos miembros de AUGC (¿qué raro que no enviaran a sus familiares?) quizás para dar representatividad al logo que figuraba en la pancarta reivindicativa; y que también se dedicaron a entorpecer los actos mediante silbidos y bocinas.
Además de demostrar toda su inteligencia ruidosa frente a las autoridades presentes, han continuado la agresión con sus silbatos y bocinas cuando se condecoraba a personal del Cuerpo, entre ellos a un Cabo que arriesgó su vida tirándose a alta mar de noche para salvar de morir ahogada a una inmigrante embarazada y a su hijo de seis años, quien como agradecimiento a la Patrona del Guardia Civil que la salvó, puso a su hija Pilar. Los que intentaban sabotear este momento trascendental para el Cabo, se lo han agradecido pitando. ¿Qué pitaban? ¿La salvación de la inmigrante, la de su hijo de 6 años? ¿La heroicidad del Cabo? Pitaban mientras a los miles de asistentes se les ponía la piel de gallina oyendo el relato, porque estos liberados sindicales han perdido cualquier sensibilidad si es que algún día la tuvieron.
También pitaron cuando sonaba el himno nacional lo que significa un ultraje imperdonable. Estos hechos son habituales entre saboteadores proetarras y energúmenos futboleros independentistas; nunca antes se había visto entre supuestos policías que además acuden a sabotear un acto de celebración de guardias civiles en su día grande. Nos consta la vergüenza que pasaron sus compañeros de las UIP durante todo el acto y cuando tuvieron que expulsarlos una vez pasado el tiempo autorizado, así como los comentarios de la mayoría del público presente en el acto que con sus aplausos acallaban los pitidos.
Estos hechos no pueden pasar desapercibidos, sobrepasan cualquier derecho legítimo a protestar, y suponen una agresión a todos los presentes en el acto, a los guardias civiles, a los sentimientos religiosos de muchos aragoneses, y a las instituciones y símbolos del Estado. La Asociación Pro Guardia Civil (APROGC) los considera muy graves y por ello exige que se identifique a los autores, y si se demuestra que son funcionarios de Policía o Guardia Civil, que juraron defender la libertad de España y los españoles, se les expediente y se les aparte de su actividad pública.
Pedimos al resto de Asociaciones Profesionales de guardias civiles e incluso sindicatos policiales, que se pronuncien claramente en contra de cuantos Sindicatos y Asociaciones hayan participado en este lamentable espectáculo.
 
8 de octubre de 2012