miércoles, 1 de febrero de 2012

Dolor por tres Compañeros



Desde APROGC (Asociación Pro Guardia Civil) queremos manifestar una vez más nuestro profundo dolor por la tragedia ocurrida en A Coruña, que ha supuesto la pérdida de tres compañeros del Cuerpo Nacional de Policía, nuestro cuerpo hermano.
Ya son varios los días de intensa búsqueda de sus cuerpos, sin que el mar tenga la piedad de entregárselos a sus seres queridos, y a sus compañeros para honrarlos como se merecen. La actuación de los policías fue ejemplar, heroica, no pensaron en el peligro al que se exponían, solo pensaron en salvar una vida y para ellos arriesgaron y perdieron las suyas.
Nuestra sociedad tiene que reflexionar sobre esta conducta de unos funcionarios ejemplares, ahora que el ser funcionario está en el punto de mira y bajo injusta sospecha. Además, esta conducta no es algo aislado, el año pasado se reconocieron nueve (9) fallecimientos de guardias civiles en acto de servicio, y también un (1) agente de policía. Diez miembros de la Guardia Civil y el Cuerpo Nacional de Policía no dudaron en entregar su vida para que toda la sociedad pueda vivir la suya con normalidad. Y por ello, y es de justicia decirlo, reclamamos respeto y memoria para el trabajo de estos funcionarios, que quizás también debieran tener un trato diferenciado respecto al resto de funcionarios de las distintas administraciones: muy pocos llevan el servicio a la sociedad hasta arriesgar su vida cada día que se visten el uniforme.
Sentimos un profundo dolor por la pérdida de estos tres compañeros, pero también sentimos un tremendo orgullo por su actuación, que va más allá de lo que la obligación profesional les podría exigir. Esperamos que la sociedad no olvide con qué clase de policías cuenta. A sus familiares les ofrecemos nuestro apoyo y consideración, con la esperanza de que sirva para disminuir el sufrimiento que supone su pérdida. Deben estar orgullosos, aunque ese orgullo sea solo un leve consuelo en su inmensa tristeza.
Y a los compañeros, suyos y nuestros, les animamos a sobreponerse por esta trágica pérdida. Que su ejemplo de entrega hacia los demás, hasta el límite máximo, nos anime a continuar esforzándonos en el cumplimiento de nuestro deber. Ellos, junto con todos los Policías Nacionales y Guardias Civiles que les han precedido entregando su vida en el ejercicio de esta venerable profesión, deben ser los guías en nuestra actuación.
DESCANSEN EN PAZ  JAVIER, JOSÉ ANTONIO y RODRIGO

 

Madrid, 30 de enero de 2012