La noticia ha pasado desapercibida para casi todos, pero
es importante: “EL TRIBUNAL SUPREMO RATIFICA LA NATURALEZA MILITAR DE LA
GUARDIA CIVIL también cuando desempeña sus funciones policiales habituales”. Respondía
así el Tribunal a un recurso de una asociación profesional adicta a los
pleitos, de todo tipo y de cualquier cosa.
La Asociación Pro Guardia Civil (APROGC) ha manifestado
desde sus orígenes con claridad su deseo de una Guardia Civil moderna, formada
por guardias civiles eficaces, queridos y bien tratados por la sociedad a la
que prestamos servicio, y es la única Asociación Profesional de Guardias
Civiles que defiende públicamente, de forma reiterada, con rotundidad y con
decisión su naturaleza militar, en el convencimiento de que contribuye de forma
determinante a garantizar la eficacia del servicio al ciudadano, aunque ello
conlleve renunciar a una serie de derechos que a la mayoría de los ciudadanos
les son reconocidos. Así lo asumimos voluntariamente el día que decidimos ser
guardias civiles y por ello, celebramos esta sentencia del Tribunal Supremo.
Junto con APROGC, y antes que el Tribunal Supremo, ha
habido otras instituciones que se han manifestado recientemente a favor de la
naturaleza militar de la Guardia Civil, como por ejemplo la Defensora del
Pueblo y el recién nombrado Ministro del Interior quien, refiriéndose al
carácter militar de la Guardia Civil, dijo “que
lejos de significar o suponer una restricción para el buen cumplimiento de sus
misiones es todo lo contrario, constituye un plus de eficacia. Por algo será
que es la institución más valorada según las encuestas del CIS por parte de los
ciudadanos españoles. Por lo tanto, las opiniones son libres, pero los hechos
son muy tozudos”.
En resumen, nos alegramos de ser lo que somos, guardias
civiles y militares, de poder seguir siéndolo, es uno de los objetivos fijados
en nuestros Estatutos. Si algún día la Guardia Civil dejara de tener naturaleza
militar, perdería su esencia y la propiedad característica de su ser, sería
otra cosa, no la Guardia Civil tal y como la conocemos hoy.
Nos preocupa que haya asociaciones profesionales que
pretendan sustraer ese carácter militar
como paso previo a la desaparición de la Guardia Civil, mediante la
fusión con el Cuerpo Nacional de Policía. Las “unidades de acción” entre
asociaciones de guardias civiles y sindicatos de policía, disfrazando sus
intenciones, pretenden alcanzar un modelo policial español con un solo cuerpo
policial, algo no deseado ni deseable. Esas asociaciones que solo difunden lo
negativo que ocurre dentro del Cuerpo, hasta lo más esperpéntico, y que rinden
pleitesía a esos sindicatos, deberían manifestar sus verdaderas intenciones con
la misma valentía y claridad con las que APROGC habla.
Madrid, 5 de marzo
de 2012